El Director ya había pronunciado el discurso de premiación y, todo el colegio estaba allí presente. Estaba vestido en forma impecable; su camisa blanca inmaculada, su corbata con un prolijo nudo, sus zapatos muy lustrosos frenaban la caída de un pantalón de buena tela.
En tres ocasiones giró sobre sus talones para, con una mirada severa, recriminar a sus compañeros que guardaban la compostura durante el discurso del director. Sentía que ellos hablaban de él.
Se sabía distinto, inteligente, meticuloso, muy ordenado, de buena dicción, de gran locuacidad y cortés.
¡No importa que se rían de usted hijo! ¡Lo importante es que se distinga de los demás por ser como es!. Ese discurso lo había escuchado de sus padres desde muy pequeño.
Se sabía distinto, diferente al resto de sus compañeros. Sus profesores, desde pequeño también lo trataban de modo distinto.
En sus doce años de estudios, había sufrido de las bromas que le hacían. Sintió el peso de la envidia. Se sintió discriminado cada vez que había un paseo o cuando debían formar un equipo de fútbol para competir en los campeonatos internos del colegio.
Incluso pensaban que era maricón, porque nunca le habían visto con una polola. Y, tuvo que pololear con una niña que no era de su total agrado para probar ante los demás que era macho y no maricón. Cuatro meses duró su pololeo que, era mas bien un pololeo de patio del colegio y no de tiempos libres.
Le daba rabia, cuando sus profesores lo ponían como ejemplo, porque eso lo excluía cada vez más del resto de sus compañeros.
Le acusaban de soplón y traidor, cuando un inspector descubría al autor de alguna broma de mal gusto o de algún acto que no era permitido dentro del colegio.
Sus amigos eran de cursos superiores y muy escasos.
Fue nombrado por el profesor que conducía el acto de premiación. Eran cinco premios que recibiría y dos de éstos, los compartía con compañeros de otros cursos.
Su promedio de primero a cuarto medio fue de 6,9. En realidad, casi fue un siete porque obtuvo un 6,94 periódico.
En la última semana de clases, pudo sentirse querido por los compañeros de su curso. Solo allí, después de muchos rodeos y bromas, el líder de los revoltosos y que casi repite curso, se atrevió a decir que lo felicitaban y que él, personalmente, sentía envidia de sus logros y éxitos y que le molestaba verle siempre ordenado y tan caballero y responsable con sus cosas.
Allí le reconocieron, las ocasiones que él se ofreció para explicar los problemas matemáticos después del horario de clases y se lo agradecieron, al tiempo que le pidieron disculpas, porque nunca se quedaron para que les enseñara. Disculpas le pidieron, porque lo hacían venir en vano y todos se retiraban dejándole allí esperando en la sala con sus ejercicios y material fotocopiado para ellos.
Fue en esa ocasión que le pidieron perdón por darle una dirección equivocada, cuando hicieron la fiesta de despedida de cuarto en forma anticipada e informal.
Recuerda que lloró de impotencia y, que no fue durante una semana a clases, al sentirse tan ridículo tocando el timbre de una casa que no correspondía y, que era la casa de una compañera del colegio que cursaba el segundo medio y que estaba enamorada de él.
En la medida que avanzaba por entre sus compañeros, por primera vez sintió el calor del afecto y reconocimiento de ellos. Las palmadas en la espalda y unas manos sin dueño que le desordenaban el cabello mientras enfilaba sus pasos para subir al escenario montado especialmente para esa ocasión.
Muchos no sabían su nombre. Simplemente le decían “cerebro”, otros le llamaban “mente”.
Con sus premios en la mano y unos diplomas, tembloroso se acercó al podium para decir un breve discurso que la dirección del colegio le había solicitado hiciese.
Abajo, en el patio central del colegio, había más de mil cabezas que, de un modo inusual dejaron de moverse y murmurar.
Pareciera que los más de mil concurrentes vestidos de uniforme, algunos padres y apoderados, más los profesores del colegio se hubiesen puesto de acuerdo para aplaudir y darle ánimo para que hablase.
Cuando cesó de sonar el último golpe de palmas, apoyó ambas manos ya liberadas de diplomas y reconocimientos, en los bordes del podium.
Una ligera brisa refrescó su rostro y jugó con uno de los mechones de su despeinado cabello.
Queridos compañeros, comenzó su locución, gracias por el silencio porque el silencio deja espacio al pensamiento. Me enseñaron que no había que abrir los labios si uno no estaba seguro de lo que podría decir, que era más hermoso el silencio.
Me enseñaron que tenía que exigirme mucho a mi mismo y esperar poco de los demás para así ahorrarme disgustos. Me enseñaron que los caminos hermosos no llevan lejos. Me enseñaron que la tontería siempre se pone en primera fila para ser vista y que la inteligencia se pone detrás para observar. Eso aprendí en mi casa.
Todos estos premios los he recibido porque aprendí en primer lugar lo que mis padres me enseñaron en casa. Acá estudié y aprendí lo que mis profesores me enseñaron
Y, perdón porque no fui capaz de entusiasmarles en el amor por el estudio y las ciencias. Muchas gracias.
En tres ocasiones giró sobre sus talones para, con una mirada severa, recriminar a sus compañeros que guardaban la compostura durante el discurso del director. Sentía que ellos hablaban de él.
Se sabía distinto, inteligente, meticuloso, muy ordenado, de buena dicción, de gran locuacidad y cortés.
¡No importa que se rían de usted hijo! ¡Lo importante es que se distinga de los demás por ser como es!. Ese discurso lo había escuchado de sus padres desde muy pequeño.
Se sabía distinto, diferente al resto de sus compañeros. Sus profesores, desde pequeño también lo trataban de modo distinto.
En sus doce años de estudios, había sufrido de las bromas que le hacían. Sintió el peso de la envidia. Se sintió discriminado cada vez que había un paseo o cuando debían formar un equipo de fútbol para competir en los campeonatos internos del colegio.
Incluso pensaban que era maricón, porque nunca le habían visto con una polola. Y, tuvo que pololear con una niña que no era de su total agrado para probar ante los demás que era macho y no maricón. Cuatro meses duró su pololeo que, era mas bien un pololeo de patio del colegio y no de tiempos libres.
Le daba rabia, cuando sus profesores lo ponían como ejemplo, porque eso lo excluía cada vez más del resto de sus compañeros.
Le acusaban de soplón y traidor, cuando un inspector descubría al autor de alguna broma de mal gusto o de algún acto que no era permitido dentro del colegio.
Sus amigos eran de cursos superiores y muy escasos.
Fue nombrado por el profesor que conducía el acto de premiación. Eran cinco premios que recibiría y dos de éstos, los compartía con compañeros de otros cursos.
Su promedio de primero a cuarto medio fue de 6,9. En realidad, casi fue un siete porque obtuvo un 6,94 periódico.
En la última semana de clases, pudo sentirse querido por los compañeros de su curso. Solo allí, después de muchos rodeos y bromas, el líder de los revoltosos y que casi repite curso, se atrevió a decir que lo felicitaban y que él, personalmente, sentía envidia de sus logros y éxitos y que le molestaba verle siempre ordenado y tan caballero y responsable con sus cosas.
Allí le reconocieron, las ocasiones que él se ofreció para explicar los problemas matemáticos después del horario de clases y se lo agradecieron, al tiempo que le pidieron disculpas, porque nunca se quedaron para que les enseñara. Disculpas le pidieron, porque lo hacían venir en vano y todos se retiraban dejándole allí esperando en la sala con sus ejercicios y material fotocopiado para ellos.
Fue en esa ocasión que le pidieron perdón por darle una dirección equivocada, cuando hicieron la fiesta de despedida de cuarto en forma anticipada e informal.
Recuerda que lloró de impotencia y, que no fue durante una semana a clases, al sentirse tan ridículo tocando el timbre de una casa que no correspondía y, que era la casa de una compañera del colegio que cursaba el segundo medio y que estaba enamorada de él.
En la medida que avanzaba por entre sus compañeros, por primera vez sintió el calor del afecto y reconocimiento de ellos. Las palmadas en la espalda y unas manos sin dueño que le desordenaban el cabello mientras enfilaba sus pasos para subir al escenario montado especialmente para esa ocasión.
Muchos no sabían su nombre. Simplemente le decían “cerebro”, otros le llamaban “mente”.
Con sus premios en la mano y unos diplomas, tembloroso se acercó al podium para decir un breve discurso que la dirección del colegio le había solicitado hiciese.
Abajo, en el patio central del colegio, había más de mil cabezas que, de un modo inusual dejaron de moverse y murmurar.
Pareciera que los más de mil concurrentes vestidos de uniforme, algunos padres y apoderados, más los profesores del colegio se hubiesen puesto de acuerdo para aplaudir y darle ánimo para que hablase.
Cuando cesó de sonar el último golpe de palmas, apoyó ambas manos ya liberadas de diplomas y reconocimientos, en los bordes del podium.
Una ligera brisa refrescó su rostro y jugó con uno de los mechones de su despeinado cabello.
Queridos compañeros, comenzó su locución, gracias por el silencio porque el silencio deja espacio al pensamiento. Me enseñaron que no había que abrir los labios si uno no estaba seguro de lo que podría decir, que era más hermoso el silencio.
Me enseñaron que tenía que exigirme mucho a mi mismo y esperar poco de los demás para así ahorrarme disgustos. Me enseñaron que los caminos hermosos no llevan lejos. Me enseñaron que la tontería siempre se pone en primera fila para ser vista y que la inteligencia se pone detrás para observar. Eso aprendí en mi casa.
Todos estos premios los he recibido porque aprendí en primer lugar lo que mis padres me enseñaron en casa. Acá estudié y aprendí lo que mis profesores me enseñaron
Y, perdón porque no fui capaz de entusiasmarles en el amor por el estudio y las ciencias. Muchas gracias.
15 comentarios:
el cuento nos habla de una realidad que puede suceder en cualquier curso, un niño muy inteligente que solo se preocupa de estudiar y de sus notas por lo que carece de amigos verdaderos que llenos de envidia siempre trataron de dejarlo mal: bromas pesadas, malos ratos, mentiras, pero que al final recordaron que a fin de cuentas el siempre los quiso ayudar, por lo que ese niño, del cual no se conoce el nombre, por fin conoció la amistad, después de 12 años de estudio. Es un muy buen cuento que me "llegó" mucho ya que yo también era así.
Este cuentoo me parecio muy bueno ia que nos muestra la historia de un niño q sufria molestias, burlas, era excluido de todo y que tubo que mostran injustamente que era macho pololiando con alguien que no sentia nada pero siempre siguio adelante con sus calificaciones y sus achaques.
Sus valores fueron tales que llegó a soportar todas sus molestias y lo enfrento con una gran fortaleza.
Hasta que un dia lo reconocierón por su gran esfuerzó y lo empezarón a incluir en algunos grupos de amigos . :)
Este cuento me Hace recordar las clases con mi profesor jefe porque el siempre nos enseña que uno debe ser una buena persona e ignorar a las personas que te molestan y siempre seguir adelante en la vida .
:)
Sebastian Eduardo(1A,22)
En este cuento lo valores rescatodos son: el perdon, la fortaleza, etc.
"Mente" es flematico melancolico
Compañeros: son Sanguineos
Se puede comparar con sicologia ya que sus compañeros le causaron como un trauma por las bromas y burlas que le hacian, afectandole su juventud de un modo emocional pero a nivel de sociabilidad con las demas personas.
contexto social: El contexto social en que se desarrolla el cuento es un nivel socio-economico medio bajo esto se puede inferir segun el lexico que utilizan
este cuento nos habla de una realidad que puede suceder en cualquier curso, un niño muy inteligente que solo se preocupa de estudiar y de sus notas por lo que carece de amigos verdaderos que llenos de envidia siempre trataron de dejarlo mal, pero que al final recordaron que a fin de cuentas el siempre los quiso ayudar, por lo que ese niño, del cual no se conoce el nombre, por fin conoció la amistad, después de 12 años de estudio. este cuento me recuerda a uno de mis primos y amigos
el cuento abla de una realidad que le puede pasar a cuelquiera de nosotros
Tanbien hay valores como perdon, ser fuerte ....
tanbien encuentro que niños como el hay pocos y tanbien por lo mismo hay envidia.
Sus valores fueron tales que llegó a soportar todas sus molestias y lo enfrento con una gran fortaleza.
Hasta que un dia lo reconocierón por su gran esfuerzó y lo empezarón a incluir en algunos grupos de amigos
El profe qe me ase recordar esto es profe jefe
por que el nos ah enseñado que hay que ignorar a las personas que molestan a los demas y no entrar en damas :)
este cuento es de lo que pasa en todo curso, de un niño que se preocupa por estudiar y de obtener buenas notas, ademas se trata de la envidia de sus compañeros, que al no poder ser como el le asian bromas pesadas, o le mentian ,peroo al final se rescatan los valores del perdon !,y sus compañeros se dieron cuenta de sus errores y le pidieron perdon ! =)
Es un cuento para poder tomar conciencia, nos habla mucho de la realidad de cada curso. En cada curso hay un niño que sobresale por su gran habilidad que es el estudio, y siempre sera motivo de envidia y motivo de que sus compañeros inventen cosas para poder burlarse.
El niño "mateo" trato de convivir con todo esto durante los 4 años mostrando grandes valores como es la fortaleza, el compañerismo, porque a pesar de todo el trataba de ayudarlos.
Sus compañeros tenian un temperamento sanguineo ya que leceaban mucho, pero el siguio y el niño mateo tiene temperamento colerico ya que fue exigente consigo mismo y termino siendo el mejor.
Este cuento se refleja en la realidad de nuestro curso, y servira para recapacitar en nuestros actos.
Los Valores en este cuento para mi son el valor de "mente" la responsabilidad en cuanto a sus notas .
El contexto social en este cuento es clase media por el lenguaje que hay entre sus personajes.
El persoonaje es Melancolico.
El cuento me parecio muy bueno , ya que es de la vida real y es lo que pasa en la mayoria de los colegios en nuestro pais.
Lo bueno de este cuento fue que sus compañeros reconocieron su esfuerzo y dedicaciion al estudiio.
yo creo que en estos casos los compañeros de (cerebro) le tenian un poco de envidia al saber que el era mas inteligenteque ellos .
sus compañeros nunca debieron hacerle eso, acusarlo hacerlo pasar mal ratos tambien le hicieron mentiras y el no tenia nada que ver con eso el solo queria hacer amigos y se preocupaba de estudiar ,ademas el siempre quiso ayudar a sus compañeros para que le tubieran buena pero no era culpa de el sino le daba miedo integrarse y que lo molestaran.
al final sus compañeros se dieron cuenta que el solo queria una buena amistad con ellos y que solo queria ayudar
lo que me agrado en este cuento que sus compañeros al fin se dieron cuenta de eso porque el solo queria lo mejor para el y sus compañeros,ademas en los cursos siempre pasa esto
esto me hace recordar cuando el profe nos dice que no discriminemos a nadie que todos son iguales ya sean inteligentes molestos o otras cosas pero este cuento me hizo refleccionar mucho.
(1ºA,16)
bueno, esta realidad es una mas entre otras que esta ocurriendo muy amenudo un niño de temperamento colerico, porque es exigente y consecuente consigo mismo, se propuso metas y las cumplio,y que se preocupaba por su rendimiento y por el de los compañeros en la escuela, y creo que sus compañeros se sintieron pasados a llevar y por eso creo que comenzaron a hacerle pasar malos momentos... y al final se dieron cuenta que el joven era una gran persona y consiguio amistad...
un cuento que inspira a muchos jovenes que han pasao por eso, a seguir adelante con su vida
Nicolás(1A,2)
En este cuento lo valores que nos entregan son : la fortaleza, el esfuerzo, el perdon, etc.
El joven conocido como "Mente" o cerebro es melancolico, flematico
Compañeros: Son sanguineos
Se puede comparar con psicologia porque sus compañeros le causaron traumas al hacerles bromas, tambien le provocaron problemas para relacionarse con las demás personas ya que tenia pocos amigos.
contexto social: El contexto social en que se puede desarrollar el cuento es un nivel socio-economico medio bajo por la forma en que se forma se expresa la en todo el cuento.
Este cuento es una realidad que prodria llegar a pasar en cualquier curso y colegio este es un cuento que nos enseña muchos valores, los compañeros depues lo dejaron de molestar por que se dieron cuenta de que él siempre los quizo ayudar, el niño despues de todo lo que habia estudiado y de preocuparce por sus notas conocio la amistad ya que nunca habia tenido verdaderos amigos los amigos que habia tenido estaban llenos de envidia le hacian bromas pesadas y cosas así .... 8^)
disculpe el atraso profe (pero igual lo ise) hehe
Pobre Sufría de Bullying
pz esta bien jijijijijijiji
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